Mis pensamientos

La serenidad invadía mi espíritu. La tranquilidad se había adueñado de mí ser. La calma ambiental cubría mi pequeño cuerpo. La soledad se apoderaba de mi estancia y ese sopor que comienza antes del sueño invadía mi persona. Era libre, estaba llena de ilusiones, quería ser yo misma ante mi propio espejo. Un egocentrismo me iba acogiendo. Lo que había realizado meses antes me había dejado un buen sabor de boca y ahora meditándolo, me parecía casi imposible. Cuánto tiempo invertido, cuántas fuerzas agotadas, el estrujamiento de la creatividad al límite; pero el resultado valía la pena. Ya estaba todo finalizado y… el resultado me sobrecogía...





        "Desde mis soledades isleñas". Blas Infante. Estas palabras que hace ya bastantes años que leí las estoy viviendo actualmente. Es cierto que el mar en calma pacifica el ambiente y también que da serenidad. El silencio, sólo roto por el trino de algún pájaro o la leve brisa ondeando las hojas de los árboles estimula el ánimo encrespado de todo un curso escolar donde las fuerzas se han mermado del trabajo realizado.

        Los primeros días de vacaciones el stress nos persigue y el simple hecho de dormir la siesta parece cómo que el tiempo se nos escapa y no lo estamos aprovechando. El cuerpo necesita de un descanso, y la mente sigue funcionando. Dormir y estar tumbado sin realizar ninguna acción física nos da el ensoñamiento que nos hace decir: - ¡qué tranquilidad!
La lectura pronto se adueña de nuestro tiempo y devoramos más de un libro en pocos días. La selección de los mismos es una tarea que realizamos anteriormente, cuando decimos: - este libro es para leerlo con tiempo, sin interrupciones de otra índole. Y así, sin darnos cuenta se nos acumulan varios libros.

        El hacer ejercicio físico a horas tempranas, sin el agobio del reloj que nos marca el tiempo dedicado al mismo nos fortalece y relaja al unísono. Poder caminar por la arena, con los pies descalzos, sintiendo la humedad fresca del ambiente; escuchar el sonido de las olas arribando a tierra; contemplar el horizonte; oler la brisa.

        La conversación con tu pareja parece volverse banal, al no querer, intencionadamente, tratar temas relacionados con el trabajo, pero en realidad son palabras que alimentan el espíritu conjuntamente: sobre el último libro leído, sobre una noticia acaecida, sobre una imagen vista en ese paseo, poder ir al cine a disfrutar de las películas...

1 Response to "Mis pensamientos"

  1. Isabel says:
    6 de mayo de 2010, 1:57

    Qué bella descripción de todo lo que se puede sentir y hacer cuando podemos olvidar el acelerado paso del tiempo...
    Me ha encantado... :-)
    Qué ganas de volver a sentir lo mismo...
    Un beso.