Artículo de opinión publicado en el periódico VIVA LA VEGA, nº 7 (del 1 al 15 de diciembre de 2014)el que colaboro desde la columna UN POQUITO DE CONCIENCIA.
Estamos en la era digital. La información fluye a borbotones y las noticias no tienen fronteras. Internet se ha convertido en el medio de comunicación global. Podemos saber “in situ” lo que ocurre en cada lugar de nuestro mundo, dónde están nuestros familiares, qué actos interesantes se están celebrando, subir fotografías y vídeos antes de concluir las celebraciones… Y, no hace falta ser un especialista informático para ello ni tener unos recursos carísimos. Con sólo tener un móvil es suficiente. El móvil es, hoy día, un objeto indispensable para cualquier persona.
Actualmente está en boca de todos que las nuevas generaciones dominan las tecnologías del futuro, sin embargo, también somos consciente que estas generaciones no están adquiriendo las destrezas culturales básicas, que viven la técnica como algo intrínseco a su vida y no se cuestionan el porqué forma parte de su entorno natural.
Aquí es donde quiero entrar de lleno con estas palabras. Vamos a empezar definiendo esas destrezas culturales básicas (DCB), que son aquellas habilidades intelectuales que nos capacitan para ser personas activas en nuestra cultura, como son la capacidad de leer y expresarnos por escrito en nuestra propia lengua, la capacidad de manejar las matemáticas para la toma de decisiones o resolución de problemas diarios y la capacidad de leer y hablar una lengua extranjera para ampliar horizontes. Estas tres destrezas son la base para una verdadera libertad cultural y la competencia general de poder encontrar información y aprender a partir de materiales, documentos, recursos audiovisuales en cualquier área de conocimiento.
APRENDER, sí. Aprender, creando. Aprender, dando nuestra visión personal. Aprender, para enseñar a los demás. Aprender en última instancia, colaborando. Nos estamos acostumbrando a usar GOOGLE como la enciclopedia universal. Cuando yo era pequeña, la frase era “Todo está en los libros”. Indudablemente hoy día, la frase es “todo está en Google”. ¿Todo? Podríamos preguntarnos. ¿Quién o quienes hacen posible que podamos tener ese acceso ilimitado a la información y conocimientos? La respuesta es NOSOTROS. Nosotros con nuestras creaciones de conocimientos.
Para esta creación de conocimientos no nos sirve, el “copio y pego”. A mi generación, nuestros maestros y maestras nos enseñaron a saber estudiar, a saber extraer de aquellos tomos enciclopédicos la información más relevante para dar respuestas a las preguntas formuladas. Y a saber expresarlas con nuestras propias palabras, dándole así el matiz personal y creativo. Hoy, se está hablando de una terminología nueva, “curación de contenidos” para denominar este aprendizaje.
Cuatro pasos son indispensables: Localizar los contenidos en las diferentes fuentes de información, organización y filtrado de los contenidos más relevantes, preparación de los contenidos para que se adapten a lo que necesitamos y publicación de los contenidos seleccionados.
¿Cuál es la diferencia de antes y ahora? Antes la información se quedaba en tu carpeta, libreta o cartulina, o bien podía formar parte de un libro editado y hoy tenemos el poder de compartirlo en la Red a través de diversidad de posibilidades (presentaciones, textuales, audiovisuales…). Este compartir en la Red ya implica tu aportación y colaboración para enseñar a los demás y formar parte de la libertad cultural globalizada.
Por lo expuesto anteriormente, desde aquí quiero hacer una propuesta a todas las personas que usamos la tecnología como medio de información y comunicación en nuestro entorno: no copiemos y peguemos la información o conocimientos de los demás, no nos quedemos en subir imágenes sin un texto que explique su por qué, argumentemos cuando realicemos un comentario, colaboremos en crear conocimientos nuevos con nuestras reflexiones personales. Cuando busquemos información sobre un tema que nos interesa no nos quedemos en simplemente la lectura o en decir, - qué bien escribe esta persona, o dónde habrá encontrado estos datos o hechos. Colaboremos con nuestras reflexiones y aportaciones, busquemos más datos o hechos y hagamos que ese tema se enriquezca.
Lo que hoy realicemos quedará para nuestros descendientes. Y cómo decía Blas Infante: “Después de nosotros vendrá el complemento de nuestra obra, los continuadores de nuestra existencia” (Blas Infante. Manuscritos Inéditos. AAX, 16). Un ejemplo, puede ser usar eXeLearning, que es una herramienta de código abierto que nos permite la creación de contenidos educativos de forma sencilla sin necesidad de conocimientos técnicos en lenguajes de programación. En los materiales elaborados podemos incluir fácilmente contenido multimedia (Imágenes, audio, video, animaciones, flash...) así como actividades interactivas. Igualmente nos permite, una vez creado nuestro contenido didáctico, exportarlo como página Web.
Colaboremos en crear conocimientos nuevos con las destrezas culturales básicas que nos han enseñado y hemos aprendido con el esfuerzo de todos. Porque todo lo que sea creativo tendrá más posibilidad de mantenerse. Y todo lo creativo permite construir con las ideas de los demás, generando así nuevas opciones. Generar es un modo de hacer, de aprender y de querer. Y por último, para generar opciones debemos evaluar las que tenemos. Crear y reflexionar son capacidades conmutativas.